Han pasado seis meses desde la última vez que publiqué una entrada. Estos 6 meses me han transformado en mi mejor versión. Los últimos cuatro meses han sido apasionantes, llenos de experiencias nuevas, donde han llegado a mi vida bendiciones que nunca hubiera imaginado.
El amor rodea cada espacio de mi entorno, me siento un niño asombrado con cada nuevo descubrimiento, pero eso ya lo sabéis mis amados.
Explicaré como he ido superando todos mis bloqueos, pero hoy voy a romper mi silencio con mi experiencia de este fin de semana.
He realizado el curso de 1º Reiki con mi maestra. Lo resumiré lo más posible, centrándome en lo que me ha marcado, y evitaré entrar en detalles de mis compañeros y de los rituales por respeto a su proceso.
En el curso he aprendido muchas cosas que me servirán en mí camino y que enlazan con mis alegrías de estos últimos meses, ha sido un inicio y fin de mi aprendizaje. Como en la teoría del caos, la entropía ha ido tomando forma hasta llegar al orden.
Llegados y presentados, comenzamos unas horas de introducción, historia y teoría. Impartidas de forma entretenida y participativa por todos los presentes.
Como siempre, las personas que estamos, son las que debemos estar, con un sentimiento de familiaridad entre nosotros pese a ser nuestro primer encuentro.
Nuria, nuestra maestra, nos realizó la primera iniciación, sentados en un banco blanco, mientras nuestras manos estaban en posición de plegaria y agradecimiento comenzaron mis visiones simbólicas:
Con mis ojos cerrados, vi el símbolo del Chocurei tumbarse sobre el suelo de un templo, después el símbolo tomó volumen y se desenroscó con la forma de una serpiente, la serpiente se alzó y se comió una mosca, no de forma violenta, sino de forma natural, salvaje. Es curioso porque había una mosca rondando la habitación en ese momento.

Esto es de alta simbología para mí, pues las moscas se me aparecen cuando entro en relación con la espiritualidad, como queriendo enterarse o tratando de influirme negativamente. Como cuando inicie la empresa, cuando casi me asesinan en México, y como cuando recibía ataques de magia negra de los que Nuria me ayudo a protegerme y sanar. Yo me alzaba como esa serpiente de sabiduría, mostrándome libre y espantando ese mal.
La mañana siguiente me desperté con esa idea y con la frase:
«La serpiente se desenrosca, se alza y se come la mosca»
mientras se dibuja con la mano el símbolo del cho cu rei.
En la segunda iniciación, el mismo día, tuve la visión de una taba cayendo sobre el suelo de un templo, cerca de un pequeño canal de agua, de la taba surgió un hilo que fue creciendo como un tallo, del que brotó una flor de loto, que al abrirse mostró sus pistilos morados y rosáceos de los que empezó a brotar luz.
A la mañana siguiente también desperté con la imagen y frase:
«Cae la taba, crece un hilo, nace el loto y de sus pistilos sale luz»
mientras se dibuja con la mano la acción de esta frase.

Después de las iniciaciones vino la parte práctica donde cada alumno hacía las posiciones de manos de la sesión de Reiki sobre otro, a mi me tocó ser paciente y como eramos impares, mi maestra me hizo la sesión a mí.
Empezó por las posiciones en la cabeza, yo estaba en un estado total de paz, sumido en alegría y visualizando feliz, la llama violeta inundando cada rincón de mi mente y del espacio alderredor mío, después de 4 o 5 posiciones llegó a mi garganta y empecé a sentirme incómodo, bajó a la siguiente posición en mi chakra corazón y empecé a visualizar una maya de puntitos que envolvía todo como una plantilla sobre la que se sostenían y creaban las cosas. Esa maya estaba en todo, se convirtió en una tela verde que me envolvió, y de pronto, en un instante, todo se cubrió de gris.
La tristeza se apoderó de mí sin razón aparente y entonces vi de frente la angustia y el dolor que he enterrado bajo mi pecho y la raíz del mismo.
Sentí unas fuertes ganas de levantarme y salir huyendo de allí, como el que no quiere afrontar el dolor. Estaba viendo, uno tras otro, los momentos en los que me porté bien, me desviví y me entregué por personas amadas, y vi cual fue su recompensa, vi lo mal que se han portado conmigo, vi el dolor que me ha causado, los bloqueos, las magias, las preguntas del tarot, todas sus actuaciones en mi contra.
Cómo el puro interés les unía a mí y el abuso de mi buena intención, cómo me soltaron en la incertidumbre y retiraron la confianza tras mi apuesta.
Vi y escuche de su viva voz como me repudiaban a mi espalda, después de haber entregado mi amor incondicional. Me vi de piedra ante esa situación injusta.

La venda cayó de mis ojos. Ahora puedo perdonar y olvidar, por fin. Entiendo y acepto el camino de cada uno, no guardo rencor a nadie. Gracias a la experiencia que me han entregado, hoy mi vida esta llena de amor y bendiciones. Solo les deseo lo mejor y comprendo el porqué de cada acción. Entiendo su vida, los miedos y apegos que les llevó a sus acciones y decisiones. Yo era el eslabón fuerte y temieron mi integridad, de alguna forma sabían que yo nunca caería.
Comprendí que cada uno vive su vida desde su experiencia y que esta era la mía, no puedo juzgar, tras ese dolor se escondía el regalo que hoy disfruto apasionadamente, y que superar este reto que había evitado era mi misión kármica ahora. No es hora de la empatía sino de mi cuidado.
Ahora voy de camino a mi tercera iniciación y a mi práctica. Espero que la luz me inunde cuando termine. En la siguiente parte os narro el desenlace.